Un poquito de mí.
- Cristina Marnich
- 12 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 nov 2020
¡Hola a todos! Soy Cristina Manrich y si estás en esta página es porque probablemente buscas hacer un cambio y llevar un estilo de vida más saludable. Si es así, te cuento que estás en el lugar correcto, pues hace más de una década me dedico a ayudar a personas, que al igual que tú, quieren modificar sus hábitos alimenticios en pos de su propio bienestar.
Primero que todo, me gustaría contarte un poco sobre mi historia, ya que esta influye de manera muy significativa en la forma en que llevo los diversos tratamientos que requieren los pacientes que día a día llegan a mi consulta.

Tengo cuarenta años y hace trece me trasladé a la hermosa ciudad de Punta Arenas junto con mi marido Mauricio, donde he logrado formar una familia. Hoy ya me considero magallánica junto a mis hijos Mauricio (9 años) y Vincenzo (2 años).
Nací y viví en la V Región y estudié nutrición en la Universidad de Valparaíso. En una primera instancia, había ingresado a estudiar Ingeniería en Alimentos en la Universidad Católica de Valparaíso, no obstante, mi madre sufrió un derrame cerebral que me hizo dejar esa carrera.
La enfermedad de mi madre -que la mantiene con secuelas hasta el día de hoy- ha influido enormemente en la forma que tengo de ver la vida y de tratar a todos mis pacientes. Ella siempre fue una mujer sana, delgada, se alimentaba bien, pero la hipertensión le jugó una mala pasada, por este motivo siento el deber de explicarle a las personas la importancia de prevenir enfermedades y de no tomarse a la ligera los padecimientos que puedan tener.
Cuida tu cuerpo, más que tus bienes materiales

Mi filosofía de vida es que el cuerpo de cada persona es un “templo”, por ende, debe ser cuidado como tal. Muchas veces damos más importancia a las cosas materiales que a nuestra propia salud y esa es la mentalidad que intento que mis pacientes cambien. En múltiples oportunidades he visto gente que no toma medidas de precaución sobre su propia salud hasta que la situación llega a un extremo insostenible y eso es lo que busco modificar: no hay que esperar a estar mal para empezar a cuidarnos.
Por este motivo, cuando recibo a mis pacientes intento cambiarles el switch, explicarles lo que necesitan, no solamente darles una pauta a seguir sino que lograr que entiendan la razón de su enfermedad, en qué consiste y le tomen el peso al cuidado de su “templo”.
Además, más allá del aspecto alimenticio, busco entregarles energía y ser un apoyo en todo sentido. En mis años de experiencia he notado como muchas enfermedades nutricionales están directamente relacionadas a problemas emocionales, por lo que quiero que sepan que no están solos en este proceso de cambio. Para mí es fundamental que las personas sepan que no son un número más dentro de mi consulta y que realmente me importa su evolución.
Te invito a cambiar tu vida

Dicho todo esto, no me queda más que invitarlos a cambiar su estilo de vida desde ahora y que sepan que todo dependerá de ustedes. ¡Anímense! Este desafío dará grandes frutos y en un tiempo se darán cuenta de que no es necesario hacer una dieta momentánea, sino que hay que tomar esto como un nuevo estilo de vida. Una vez que comiences a sentirte bien, saludable y contento, no podrás volver atrás, porque vas a querer mantener esto en el tiempo, y ahí estaré yo para lo que necesites.
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